El crecimiento de la población durante las primeras décadas de la vida nacional alcanzó la cifra de siete millones al llegar a la mitad del siglo. Su distribución fue desigual. Se concentraba sobre todo en la zona central y en algunas regiones coloniales como Puebla, Guadalajara y Veracruz donde la agricultura y la manufacturas eran prósperas. En los sitios del norte se incrementaron los cultivos de algodón para satisfacer la industria textil. El desplazamiento de la población por distintos motivos se dio sobre todo hacia las ciudades, algunos iban en busca de trabajo. La que más creció fue la Ciudad de México. También se movieron los habitantes del campo hacia las haciendas y los ranchos.
sábado, 13 de febrero de 2010
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