REALIDADES SOCIALES
Cuando resultó mejor ser menos
Por mucho tiempo se consideró que resultaba favorable para un país el aumento de la población; por lo tanto los movimientos posrevolucionarios promovieron el crecimiento de las familias.
Sin embargo, la política de la población se concentró en promover el control de los nacimientos por medio de campañas públicas con lemas como “la familia pequeña vive mejor”.
Las últimas cifras indican que, efectivamente, las tendencias demográficas han cambiado en nuestro país.
Cuando resultó mejor ser menos
Por mucho tiempo se consideró que resultaba favorable para un país el aumento de la población; por lo tanto los movimientos posrevolucionarios promovieron el crecimiento de las familias.
Sin embargo, la política de la población se concentró en promover el control de los nacimientos por medio de campañas públicas con lemas como “la familia pequeña vive mejor”.
Las últimas cifras indican que, efectivamente, las tendencias demográficas han cambiado en nuestro país.
Los mexicanos que se van
México está entre los principales emisores de emigrantes del mundo.
La emigración se compone de dos actores: el mercado de trabajo en E.U.A y la economía mexicana que los expulsa por falta de oportunidades laborales.
Si lo viéramos desde el punto de vista económico, la emigración es exportación de mano de obra y, como tal, rinde beneficios a nuestro país ya que familias mexicanas se mantienen gracias a las remesas que reciben. Ésta es una de las fuentes más importante de ingresos netos. Por esa razón, la emigración significa equilibrio macroeconómico y estabilidad social.
Las ciudades crecen (y la marginación también)
La crisis del ámbito rural en México ha provocado que la población migre hacia las ciudades, de manera que en la actualidad la mayoría de la población nacional vive en ellas. Las personas llegan a los centros urbanos en busca de oportunidades de trabajo, en pocas palabras una buena calidad de vida, aunque la economía es incapaz de absorber a los recién llegados.
Las ciudades han ido creciendo, en las periferias se forman suburbios y ciudades perdidas. Se trata de lugares donde se recurre a la autoconstrucción y donde priva la marginalidad y la pobreza, así que en la mayoría de los casos la promesa de una mejor vida no se cumple.
Reformas a la propiedad ejidal
Siguiendo el espíritu neoliberal, en diciembre de 1991 el Congreso de la Unión aprobó reformas al artículo 27 constitucional por medio de las cuales se puso a las formas de propiedad colectivo-ejidales y se incorporaron estas tierras al libre mercado. Esto hizo que terminara el reparto agrario; sin embargo, la inversión en el campo no ha llegado y la población que se encargaba de hacerlo producir ha disminuido pues generaciones completas han emigrado a E.U.A.
En conclusión, no se ha logrado la competitividad deseada.
Educación y salud para todos
Una de las características del régimen mexicano posrevolucionario fue la promoción de un sistema nacional de educación, cuyo objetivo era conformar una sola comunidad tanto en su lengua, como cultural.
En general, predominó el interés por expandir y masificar el servicio, por lo que la educación fue un medio de lograr la movilidad social.
Otra característica fue que se desarrolló un sistema de salud. El IMSS fue el pilar de la seguridad social para trabajadores de empresas privadas y el ISSSTE para trabajadores del estado.
Lo cierto es que la desigualdad no ha sido vencida; esto quiere decir que en nuestro país la riqueza no está bien repartida entre la población.
Los programas gubernamentales para solucionar este problema han ido y venido, desde el Pronasol, implantado en 1989, pasando por el Progresa, Oportunidades hasta llegar a Contigo en tiempo recientes, y aunque se reconocen algunos avances no es suficiente.
Además, ningún país puede realmente avanzar con una desigualdad tan marcada.
El sismo de 1985: el despertar de una conciencia
El 19 de septiembre de 1985 a las 7:19 de la mañana sacudió la Cd. de México, provocó la destrucción de más de mil edificios y 10 mil muertos y 30 mil heridos.
Mientras que el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado no supo responder con prontitud, así que la población salió a realizar rescates, ofrecer comida, organizar acopio, apoyo médico y demás.
A partir de esa solidaridad y autoorganización hubo un auténtico despertar de conciencia de la sociedad civil. Se reafirmó entonces la posibilidad que tenía la sociedad de organizarse y de resolver problemas al margen del gobierno.
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